Monday, October 22, 2007
La justicia divina se pinta de rojo
Seguro se enteraron, por ahí, que Kimi Raikonen, piloto de la Escuería Ferrari, logró su primer campeonato de Formula 1. Después de una temporada de escándalos, de declaraciones, de polémicas, la gente de Maranello se lleva a Italia, los dos títulos, el de pilotos y el de constructores.
Durante la campaña se hablo de forma casi exclusiva de Alonso y Hamilton, los dos pilotos de McLaren-Mercedes, que se mantuvieron en la punta casi todo el años. Tanto por su rivalidad, su incapacidad de cooperar para buscar cada uno su propio beneficio, y por el asunto del espionaje a Ferrari, violentando las reglas de competencia y que le valió la descalificación del campeonato de equipos.
Desde pequeño, cuando apenas conocía la categoría, amé los Ferrari. Vamos, todo mundo sabe que quiero como auto personal un Ferrari o una camionetota. A pesar de que, como 3/4 partes del mundo, seguía a Senninha (pregunten a mi madre si le lloré), me consideraba uno más de los tifosi del Cavalino Rampante.
Llegó Schumacher, junto con un diseño demoledor en los autos. En un principio, lo admiré, pero, oh sorpresa, me canso verlo ganar siempre y que no hubiera nada de meocionante. Pornto, comencé a simpatizar por uno de sus más cercanos perseguidores, Kimi, un finlandés que no mostraba sentimiento alguno y que sabía darle pelea al invencible. El hombre de hielo se convirtió en mi favorito.
Llegó Alonso a Renault, y se puso bueno el campeonato. Los Franceses le estaban ganado a los Ferrari la batalla. Schumacher estaba por retirarse, y habría una renovacion en la Scudería. ¿Quien tomaría su auto? La respuesta casi me mata...El Hombre de hielo, el Finlandés Volador, estaría al mando de un Auto Rosso.
Nadie daba nada por él. Hasta que, faltando una carrera, se acercó a los lideres de Mercedes. Pero necesitaba un milagro.
Felipe Massa, brasileño tambien de Ferrari, iba ganando la carrera en Interlagos, en Sâo Paulo. Pero cedió su puesto a Kimi. Hay polémica por ello, pero hay que entender que hasta en este deporte hay estrategia de equipo, algo que McLaren no tuvo y por lo que salió perdiendo. Kimi ganó la competencia, y el título, un punto arriba de su competencia.
¿Lección? Que la buena estrategia, en todo deporte, es fundamental. Y que no se debe dar ninguna victoria por sentado.
La base de Catenaccio, control, estrategia, tactica y contra-ataque.o me extraña. Ferrari, al fin y al cabo, es italiana.
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