Thursday, September 17, 2009

A Strange Journey at Lake Bodom...(desvaríos pseudo fineses)

Hace siete años, cuando Olallo Rubio (de Radio Activo, estación que tenga el Amo del Merol en difunta gloria) entrevistaba a Apocalyptica en cabina, salió el nombre de su banda favorita: Children of Bodom. Acto seguido, no recuerdo bien que canción era (mi vaga memoria me dice que Downfall) pero lo que derramaron las bocinas me enamoró. Al día siguiente, estaba con mis proveedores locales de metal buscando discos de la banda. Fue un idilio extraño, muy muy extraño.

Por mucho tiempo no los consideré como parte de mis bandas favoritas. Digo, eran años en que me embelezó la belleza de Tarja ySimone mientras desarrollaba mi paladar metalero. Pero Laiho y compañía siempre estuvieron allí. Sobre todo al iniciar mis estudios profesionales. Leyendo sobre lenguaje con ese afilado guitarreo a la media noche es una de las experiencias más pocamadre de mi existencia. De mi extraña existencia.

Hubo un tiempo en que dude que volvieran. Recuerdo que en su viejo website, Warman tenía anotado su única tocada en México como la peor experiencia musical de su carrera. No los culpo, a veces en este país el sonido está de la chingada, que la gente se pone de mal humor cuando le abres a una banda. Cosas así. No por nada la audiencia mexicana está marcada por un dualidad. Como los cabrones que hicieron concertazos con Haggard o los pervertidos que casi tiran a Tarja Turunen del escenario.

Todo empezó mientras me lamentaba de no haber visto a Opeth hace unos meses. Entre los asistentes, corrió la noticia de que tocarían en alguna fecha cercana a Septiembre. De inmediato pasé la voz. Y, junto al show de Metallica, proyecté los gastos necesarios. Digo, cuando empiezas a trabajar te das cuenta de que no se puede todo a toda hora.

La espera fue, por decirlo así, un tanto extraña. Solo sabía que podía esperar un absoluto conciertazo. Ví el Chaos Ridden Years, vi sus presentaciones en el Unholly Alliance. En el Ozzfest. Ya me saboreaba los solos de guitarra. Cuando se confirmó Amorphis como su compañía, fue mejor. No sabia mucho de ellos, pero era seguro que se apropiarían de su pedazo de cartel para dar un espectaculo impresionante. No por nada fueron la primera banda que se incluyó en la imprescindible Encyclopedia Metallum.

Ya en el calor de la batalla, el resto es historia.

Por motivos personales, llegué más o menos tarde a formarme. Normalmente a la una es buena hora, pero como fue día festivo pues...ya había buena banda para entonces reunida. Eso sí, miserable la logística para organizar a la gente. Cuando yo me lanzaba para el Circo Volador hace unos años, era de formarte y ya. Nada de ese método de dar brazaletes a los que llegaran primero. Organizarlos a todos a la mera hora fue una bronca que, de ser una tocada de Mayhem se les hhubiera salido bien bonito de las manos.

Era de esperarse, que en día de la Independencia, hubiera motivos mexicanos en el escenario. Bnaderas, un rehilete. El staff con mostachos a lo Emiliano Zapata. Dizque iban a pasar unos cortos documentales en el lobby antes del show, pero insisto, la logística de entrada fue mala.


Amorphis: Antes de este día había escuchado de ellos. Pero no me llamaron mucho la atención. Qué equivocado estaba. Dieron un super show, animados en especial porque debnían remar contra la corriente. La gente estaba allí por Children. Y nada más. Sin embargo, se supieron ganar con calidad a la parte del público dispuesta a escuchar. Los demás, simplemente, no me interezan.

El vocal es la onda. Tiene una actitud que le hace falta a frontmen de bandas más 'grandes'. Se muestra simpático, por ejemplo, ante la audiencia. Saluda a las múltiples cámaras que levanta la audiencia para guardar el momento (en vez de simplemente disfrutarlo, pero allá ellos). Con todo, no pierde el estilo. Pocas veces he visto intepretaciones tan perfectas y tan partemadres a la vez.


De pronto, dieron el grito de independencia más surrealista que me haya tocado ver. Con una cabeza calderonista de latex (con signo de rechazo), un Padre Hidalgo de pacotilla se subió al escenario. Era uina especie de performance que, por lo visto, nadie entendió del todo.

Children of Bodom: Las luces mueren. Queda sobre el escenario una sombra roja. Una marcha llama a la carga. Mientras tanto, tres mil almas se arremolinan para ser testigos de algo grande. Todos ansían el lugar más cercano a cierto micrófono al centro del entablado. Bill Buford, especialista en describir mareas humanas, se quedaría corto al describir tremenda disputa por un sitio frente a los dioses del rock.
Hellhounds on my Trail, y la vieja sala de cine estalla. No había lugar para darte un respiro. La batalla por mantenerte de pie había comenzado. De pronto me encontré justo en medio del círculo de fuego, donde o das guerra, o simplemente caes al piso. Empecé a creer que el moshpit me invoca cual si tuviera algún encantamiento sobre mí. No lo sé.
Living Dead Beat dio paso al saludo de Alexi Laiho. Hasta el momento de escribir esto, al menos tres chicas me han preguntado, literalmente "si de verdad es así de guapo (o buenote)". Siempre he respondido que no se ve mal. Tras un ligera pausa, debido a que Warman alertó a todos de una pequeña riña entre la audiencia, se reinició la tormenta.
Cuando llegó Silent Night, Bodom Night, me extasié en júbilo. Fue la primera canción que descubrí de COB por mi cuenta. Por ende, le tengo un cariño especial. Mientras saboreaba el triunfo, un gancho me azotó el hígado. Deje de respirar como quince minutos. Por mi propia seguridad, me alejé de la adrenalina. Hasta a mí me dolió dejar el slam, pero ahí me di cuenta de un fenómeno bastante interesante. Cómo el mundo se detiene por instantes para ver tocar un solo al Wild Child.
Desde mi perspectiva, un tanto más pacífica, pude ver a la banda en pleno. Más allá de ser arrolladores, son unos excelentes ejecutantes. Eso sí, extrañé un poco las batallas de guitarra entre Aleksi y su maestro Roope Latvala, que tan bien adornaron sus grabaciones en vivo. Pero no por ello dejó de ser un espectaculo más que digno verlos, por ejemplo, beber como endemoniados o arrojarse fruta entre ellos...sin dejar de tocar.
Por alguna razón, quizá las banderas o los muchos motivos patrios, Laiho se dió cuenta que era día de la Independencia. Después de las debidas felicitaciones, mencionó al público que habíamos sido la audiencia más chingona en toda su gira latinoamericana. Mis reservas típicas, por si ha dicho lo mismo en todos lados. Pero de que prendió la declaración, prendió. Para brindar por la patria, ofreció Blooddrunk.
Después de un puente con Children of Decadence, se escucharon los acordes iniciales de Bodom Beach Terror. Morí, porque también forma parte de mi 'Trilogía Bodom'. Estoy seguro de que no necesito mencionar cuánta presión recibió mi cuello por todo el headbanging acumulado. That was a glorious instant. Momentos después, Downfall comenzó el camino a la despedida.
Everytime I Die movió montañas humanas. Los asistentes empezaron a volar por los aires de nuevo. El día anterior no apareció en escena (pero a cambio no nos dieron Sixpounder), por lo que para muchos la emoción fue mayúscula. Definitivamente, a no ser que alguna otra demuestre lo contrario, es la rola mpas mediática de COB. Por eso, aparte de que es muy buena, prendió tanto.
Ningún concierto de Children puede terminar de otra forma que no sea una oda a la unión entre la banda y sus seguidores. Después de preguntar por aquellos que ya habían presenciado a la banda en vivo (casi nadie de los presentes), y encontrar fans muy jóvenes, Laiho hizo prometer a la audiencia que se quedaría unida de por vida a la 'Hermandad del Odio'. Para sellar, el pacto, Hate Crew Deathroll, con un coro pegadizo, fuerte y cantado cual himno nacional. Por mi parte, yo estaba más que satisfecho. Mis tres canciones favoritas tuve el placer de degustar.
Por todo lo anterior, estoy agradecido. Muy agradecido. Por una noche que no olvidaré nunca, una de las mejores tocadas que he presnciado.Toda una experiencia, que de ser posible, repetiría. We're the Hate Crew....
    1. Hellhounds On My Trail
    2. Living Dead Beat
    3. Are You Dead Yet?
    4. Silent Night, Bodom Night
    5. Hate Me!
    6. Follow The Reaper
    7. Lake Bodom / Bodom After Midnight
    8. Blooddrunk
    9. Angels Don't Kill
    10. In Your Face
    11. Children Of Decadence / Bodom Beach Terror
    12. Downfall
    Encore:
    1. Every Time I Die
    2. Hate Crew Deathroll



A futuro:
Stratovarius: Me encantaría verlos. Acompañaron muchas tardes de mi preparatoria y adornaron mi mochila durante meses. No em los quiero perder.
Moonspell: Vienen con Tiamat. Lo cual es un plus para una banda que me muero por ver. Extremismo Melódico, versos oscuros y una voz de antología.

De paso, pasenle aver a este chamaco que, si todo sale bien, será la leyenda del rock del mañana. Así deberían hacer los niños, ser todos unos Guitar Heroes...pero de a deveras. Y lo mejor, bajo la influencia de Laiho. Genial.

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