Friday, July 3, 2009

Buiikikaesus: Caramelo nipón (caro y por correo, pero dulce)

Asuka Langrey Redt,
Achtung Facebook: Lest das Post hier, Anta Baka!

Hace rato, recibí una entrega especial. Después de nueve días, recibía un pequeño tesoro. El disco "Buiikikaesu", de Maximum The Hormone. Los nipones se han ganado, no sin pelearlo, el sitio de "banda japoparlante favorita" en mi colección. Muestra de ello, es que el primer álbum que me atrevo a importar, es justamente uno suyo.
¿Quienes son ellos? ¿Por qué hablo maravillas de la banda? Básicamente, se debe a que es LO MEJOR que tiene el mainstream oriental (el underground japo es inconseguible en original). Puede que a los fans de Laruku o Malice Mizer les parezca una pedrada. Pero es real por una razón: No copian estilos, los amalgaman en un sonido propio, que se extraña cuando descubres cómo L'arc-en-Ciel se fusiló todo el Grunge y el Indie, al tiempo que Mana y similares clonaban en sonido finés que estaba en boga a finales de la década pasada.
MTH nació junto con el despertar del nü-metal y se nota. Sin embargo, es muy visible que son una bola de melómanos, lo cual queda impreso en su desempeño melódico. No sólo tienen influencias de KORN (Ue-Chan, el bajista, es casi un hijo de Fieldy), Pantera (pro momentos, Ryo-kun, el vocal principal, expone tintes thrash bastante interesantes), Tool (Cambios melódicos radicales...y playeras de la banda en cada video) y hasta Molotov (Los endiosan en su página, al tiempo que canciones como Bikini Sports Ponchin huelen a los Huidobro). Saben ensamblarlos en un Metal-Ska-Punk bastante original, aderezado con un estilo visual bizarro que recuerda a Detroit Metal City.
Los conocí junto con Death Note hace casi un par de años. Y con el tiempo he aprendido a quererlos mucho. A veces me ponen de buenas, a veces me dan el sonido que necesito para mover la mata y nada más. Sin excesivas insinuaciones políticas, sin poses de virtuosismo o de magia negra. Sin pintarse como el Visual Kei acostumbra. Sólo son ellos, y se agradece que una banda toque para disfrutarlo, no para trascender a la fuerza.
Pasé meses buscando en este país una edición "barata" del disco. Pero era imposible. El concepto visual del álbum es demasiado bueno (una descripción rápida se me ocurre como "manga-punk-bizarro-happy gore") para obviarlo en una versión para vender en Tailandia (niños, eso es lo que les venden en las convenciones). Por tanto, no lo hallé. Así que un día, buscando camisetas, me decidí a comprarlo. Finalmente, sí, no tengo para conseguir toda mi biblioteca musical en original. Pero, al menos, los buenos discos los compras para apoyar a la banda.
Lo pedi a Japón. Fue carísimo. Pero, diablos, para eso trabajo. Y es una experiencia totalmente disfrutable y divertida, siempre y cuando no te pongas en un plan de "debe sonar evil porque sí". Es lo suficientemente pesado, lo necesariamente divertido y absolutamnete bien manufacturado (Saben como explotar los instrumentos que tienen en las manos. En tu cara, Hyde!) para encenderme.
Totalmente disfrutable si no eres un gringo estúpido que los confunde con Slipknot, o un otaku que no tiene idea de lo que es música más allá de los Opening y Endind. Así de simple. What's up, people?.

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