Break the walls down!!

Desconozco quienes sean mis lectores habituales.A la mayoría, en caso de que existan. Imagino que son amigos, conocidos, o gente que sabe algunas cosas de mí. Algún lurker que haya venido por Batman y se haya quedado. No lo sé. Dicen que sin comentarios, un blog está roto. Pero viendo para lo que sirve este lugar, la ausencia de comments no me afecta. Todos los espacios similares que he tenido siempre han estado así de vacíos de participación. Aunque sería bueno una retroalimentación de vez en cuando.
Quienes me conocen saben que tocaría este tema tarde o temprano. A pesar de que esta última mitad de año no pinta muy bien (se ve feo el panorama académico, el económico es una mierda), algo me hizo sonreír este fin de semana. Una bonita sorpresa que puede pasar desapercibida para el mundo en general, sin relevancia política, que no mejorará la situación tan lamentable del planeta. Pero importante para mí, un chico de 19 años con muchos sueños y pocas expectativas sobre el futuro.
Amo la lucha libre. Me da igual la nacionalidad, aunque de un tiempo para acá me he vuelto fan de la lucha libre norteamericana. Soy de los ilusos que esperan ver algo tan extemo como lo fue la ECW (peleas muy extremas con un alto contenido de violencia) y que aprecian el valor de WWE más allá del gimmick (el personaje de cada luchador) y las pésimas decisiones corporativas. Sé que casi nada es real, excepto los azotes y los riesgos.
Es una profesión que respeto, y de la cual he rescatado algunos héroes. Desde Octagón, el Amo de los Ocho Ángulos que hizo mis delicias a los cuatro años, el inmortal Santo, el Cibernético en su etapa de mesías (ese personaje obscuro me encanta), hasta gente como Triple H (buen luchador, lástima de que sus títulos los obtiene porque se casó con la hija del jefe), Mysterio, Eddie Guerrero, Cris Benoit (never forget...) y, sobre todo, Chris Jericho.
Recuerdo luchas de Jericho que ví a los 11 años. Descubrí la lucha libre de Estados Unidos gracias a la televisión de paga y...llamó mi atención. Es hábil con el micrófono, con un manejo total de sus gimmicks. Ya sea heel (rudo) o face (técnico o del bando de los buenos), se desnvuelve perfectamente. Ese gimmick un tanto geeky que lo asoció con la informática (debutó en WWE en el 99 con el apodo de Y2J, por aquello del fallo del milenio) también fue de mi gusto. Encima, es uno de los mejores luchadores del mundo.
No es una de esas moles humanas enormes que sobresalen por la potencia múscular y abundan en el norte. Es un poco más pequeño y de menor peso, equilibrando la balanza con un espectacular llaveo y habilidad sobre la lona. Su estilo tiene el estilo técnico de Canadá, con el toque de velocidad y acrobacia que distinguen el pancracio mexicano. Varía sus movimientos, muchois de los cuales él ha inventado o perfeccionado. Es un crack.
Ha dado muy buenas luchas en cualquier lugar donde se ha presentado. Encima, hace música. Es vocalista de Fozzy, una banda de heavy metal estadounidense. Ha hecho radio. Escrito un ar de libros acerca del negocio de la lucha libre. Por lo que sé, es una buena persona fuera del encordado. No puedo pedir más a un héroe personal.
El domingo se volvió Campeón de peso completo. De una manera un poco burda, lo acepto. Casi robando la lucha, entrando por sorpresa. Es parte del gimmick heel que tiene en este momento. Así son los storylines. No le dan el título a cualquiera que no haga méritos. Eso me hace feliz. Por ahora.
Espero que aguante con el título hasta octubre. Ansío ver el 9, Raw en tele abierta. Verlo entrar al ring con el título. De fondo, el binary code y su canción de introducción:

Break the walls down!!

Les dejo el video de Fozzy, "Enemy":