Tuesday, May 5, 2009

Amo el olor del napalm y los antivirales por la mañana...

Todo vuelve a la normalidad lentamente.
El jueves, regreso a clases. Es muy posible que el viernes regrese al trabajo (a cobrar)
Metallica ya dijo que su tocada no se cancela. Lo mismo la WWE, que si viene a México.
La gente ya no usa cubrebocas en la calle. Tiene sentido, estamos hartos del control epidémico.
¿Por qué? Muy fácil. Nadie nos da un estado real de las circunstancias. Nadie puede visualizar el alcance de todo esto. No hay información en ningún lado.
La gente está hasta la madre de cubrise la nariz y la boca. Pero más de que no haya trabajo porque todo debe estar cerrado. De que no exista esparcimiento.
Ninguna madre obrera, por cierto, puede laborar con los chicos en casa.
La influenza, lentamente, pasa de ser un motivo de bromas para calmar la angustia a ser un chiste por sí mismo.
¿Inconciencia? NO. Sólo un pésimo manejo informativo. Todo mundo duda de la maraña de cifras oficiales. Al principio eran casi doscientos muertos. Después, poco más de veinte. Alcanzamos los dos mil infectados y ahora, si somos muy dramáticos, tenemos más de doscientos.
"Sólo así la gente iba a tomar acciones", dice una burócrata de la Secretaría de Salud.
Mientras, le gente pobre se está muriendo. Porque no hay medicamentos en inguna parte, pese a que se prometen.
Sí, la gente muere porque llega tarde. Pero tampoco olvidemos que esa gente o debe trabajar con todo y 42° de fiebre para poder comer, o no es admitida en los hospitales del servicio público. Recordemos, también que nadie en México que no sea de clase privilegiada puede pagar la atención de una clínica privada.
Mientras tanto, el mundo nos desprecia. Hubo más de uno que aplaudió a Reynoso en Viña, ardido porque la hinchada del Sausalito no dejara de cantar "¡Leprosos, Leprosos!". Hay coraje porque China encierra a los mexicanos, no por estar enfermos, sino por ser conacionales. Da miedo que Argentina no tenga vuelos a la capital.
Pero se nos olvida que Jorge Vergara, dueño de Chivas, se hubiera negado a que el equipo jugara si la pandemia tuviera como presunto origen la anción chilena. Se nos olvida que el PAN casi expulsa a la población china en tiempos del SARS. Se nos olvida que en los tiempos de la crisis pampera, no hubo vuelos a Buenos Aires.
Con todo, México debe continuar. Digo, nadie puede pasar tanto tiempo sin salir de casa. Lentamente, todo vuelve a la normalidad.

2 comments:

María C. said...

Me alegro que las cosas se normalicen. Pero no me gustó la respuesta del futbolista. Quizá fue un acto visceral ante los ataques estúpidos de mis connacionales, pero bajo ese argumento toda violencia sería justificada.

Cariños,

María Loreto

neto said...

A mí tampoco...se me hizo una total salvajada...pero a una semana, no deja de hablarse al respecto en los medios...con una opinion seriamente dividida (y es serio, porke no deberia estar dividida en mi opinion)