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A toda la hinchada que, como yo, iba por el equipo germano, tengo una sola cosa que decir:
SI ERES ALEMAN Y NO SABES TIRAR UN CENTRO, ESTÁS PERDIDO.
Más simple y más llana no puede ser una explicación del porqué Alemania no pudo hacer frente a un equipo español que llegó a sacudirse una historia de fracaso. Casi medio siglo de jugar bien al fútbol , mereciendo ganar pero sin hacerlo. Con un estilo muy particular, donde predomina el buen trato al balón y el toque con elegancia. Una filosofía que ha nutrido al deporte, y que hasta ahora puede decir que ha levantado un trofeo grande.
El fútbol le debe a España mucho más de lo que el Real Madrid o el Barça pagan a sus estrellas. Les debe una forma de entender el deporte que ha permeado a los más grandes. Pensadores del juego como Cruyff, Valdano, o Cappa (al cual en este momento estoy leyendo) han absorbido un poco de esa cultura futbolística y la han plasmado en su obra, dentro y fuera de la cancha. Grandes jugadores han madurado en La Liga, consagrandose como cracks en clubes hispanos. El fútbol paga bien, ahora, justo, con la mejor generación en décadas.
David Villa siendo contundente, aportando goles importantes como aquél contra Suecia de último minuto. Lo anterior lo hizo acompañado de un Fernando Torres, que viajó a los Alpes con la bandera de goleador. Dicho mandato lo cumplió en la final, mientras tanto sirvió para gol de la mejor manera posible. Sergio Ramos (el 'Comanche', LOL), guiado por la estrella de Antonio Puerta, un amigo que lo espera en la instancia del 'no ser' para que le cuente de la alegría de un título.Casillas parando todo...o casi todo.
Alemania no pudo ganar con ese fútbol de raza. Esa estirpe que inspiró la cita célebre del Gary Lineker. "El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y donde siempre ganan los alemanes". Hasta el partido contra Turquía, el delantero inglés tenía la boca llena de razón. Hoy, mientras miraba el partido en algún pub de Leicester, debió negar la declaración, como Pedro negando tres veces a Cristo.
De esa famosa 'historia' de triunfo, de ese carácter, de ese orgullo que los llevó a declararse raza superior y derribar un muro, no se vió nada. Se les vió tímidos, mostrando que ya era un mérito acercarse al la gloria por sí mismo. Se extraño al Ballack del Leverkusen de hace más de un lustro. Al Lehmann de hace dos años que atajó penales a los argentinos gracias al acordeón. Al Klose de hace seis años que, al tercer partido del mundial, ya tenía cinco goles. Al Schweinsteiger de hace una semana. Hoy Ballack fue un espectador. Lehmann olvidó cómo debe colocarse un arquero y la manera en que éste debe participar del partido. Klose estuvo deubicado en el terreno. El 'cerdo volador' no pudo tirar bien un centro, el arma más efectiva del pueblo germano después de la cámara de gas. Da la impresión que Alemania no era Alemania.
Esta noche Madrid no duerme. Si lo hace, soñará con mantener viva la ilusión en Sudáfrica. Que vayan y que no se olviden que pueden ganar. Mientras tanto, en Berlín, la maquinaria se estará aceitando. Se le pondrán nuevas piezas a un engranaje que hoy se vió oxidado. En dos años, tal vez, Gary Lineker podrá encumbrarse como uno de los pocos que encontró una verdad absoluta en el fútbol.
Por ahora, España es Campeón de la Euro.
Al Alirón....
SI ERES ALEMAN Y NO SABES TIRAR UN CENTRO, ESTÁS PERDIDO.
Más simple y más llana no puede ser una explicación del porqué Alemania no pudo hacer frente a un equipo español que llegó a sacudirse una historia de fracaso. Casi medio siglo de jugar bien al fútbol , mereciendo ganar pero sin hacerlo. Con un estilo muy particular, donde predomina el buen trato al balón y el toque con elegancia. Una filosofía que ha nutrido al deporte, y que hasta ahora puede decir que ha levantado un trofeo grande.
El fútbol le debe a España mucho más de lo que el Real Madrid o el Barça pagan a sus estrellas. Les debe una forma de entender el deporte que ha permeado a los más grandes. Pensadores del juego como Cruyff, Valdano, o Cappa (al cual en este momento estoy leyendo) han absorbido un poco de esa cultura futbolística y la han plasmado en su obra, dentro y fuera de la cancha. Grandes jugadores han madurado en La Liga, consagrandose como cracks en clubes hispanos. El fútbol paga bien, ahora, justo, con la mejor generación en décadas.
David Villa siendo contundente, aportando goles importantes como aquél contra Suecia de último minuto. Lo anterior lo hizo acompañado de un Fernando Torres, que viajó a los Alpes con la bandera de goleador. Dicho mandato lo cumplió en la final, mientras tanto sirvió para gol de la mejor manera posible. Sergio Ramos (el 'Comanche', LOL), guiado por la estrella de Antonio Puerta, un amigo que lo espera en la instancia del 'no ser' para que le cuente de la alegría de un título.Casillas parando todo...o casi todo.
Alemania no pudo ganar con ese fútbol de raza. Esa estirpe que inspiró la cita célebre del Gary Lineker. "El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y donde siempre ganan los alemanes". Hasta el partido contra Turquía, el delantero inglés tenía la boca llena de razón. Hoy, mientras miraba el partido en algún pub de Leicester, debió negar la declaración, como Pedro negando tres veces a Cristo.
De esa famosa 'historia' de triunfo, de ese carácter, de ese orgullo que los llevó a declararse raza superior y derribar un muro, no se vió nada. Se les vió tímidos, mostrando que ya era un mérito acercarse al la gloria por sí mismo. Se extraño al Ballack del Leverkusen de hace más de un lustro. Al Lehmann de hace dos años que atajó penales a los argentinos gracias al acordeón. Al Klose de hace seis años que, al tercer partido del mundial, ya tenía cinco goles. Al Schweinsteiger de hace una semana. Hoy Ballack fue un espectador. Lehmann olvidó cómo debe colocarse un arquero y la manera en que éste debe participar del partido. Klose estuvo deubicado en el terreno. El 'cerdo volador' no pudo tirar bien un centro, el arma más efectiva del pueblo germano después de la cámara de gas. Da la impresión que Alemania no era Alemania.
Esta noche Madrid no duerme. Si lo hace, soñará con mantener viva la ilusión en Sudáfrica. Que vayan y que no se olviden que pueden ganar. Mientras tanto, en Berlín, la maquinaria se estará aceitando. Se le pondrán nuevas piezas a un engranaje que hoy se vió oxidado. En dos años, tal vez, Gary Lineker podrá encumbrarse como uno de los pocos que encontró una verdad absoluta en el fútbol.
Por ahora, España es Campeón de la Euro.
Al Alirón....
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