Visión de la victoria, el amor y el tiempo...

"In quexquichcauh maniz Cemanahuatl ,
ayc pollihuiz in itenyo in itauhca
in Mexico - Tenochtitlan."
Memoriales de Culhuacán

La eternidad, al menos para el ser humano, su vida y su obra, no radica en la existencia, sino en la conciencia.
Los antiguos mexicanos, mayas y aztecas, habían notado tal aspecto de su existencia. La profundidad de su cultura, negada por el conquistador, les había llevado a llevar su existencia a la conciencia, inmortalizando su paso en la tierra no en la eternidad, sino en la eternitud.No se trata de que el instante no termine, sino de llevarlo para siempre en la memoria, más allá incluso, en la conciencia, en el razonamiento. Y asimilarlo para la posteridad, porque de tal forma, y nunca de otra, se construye un futuro sólido.
No puedes pedirle a nadie que olvide su pasado, que se despegue de él, por más que duela. Los mexicas pudieron optar por olvidar el episodio de la conquista, por la devastación tan traumática que tal proceso llevó a su cultura. Pero, desde el primer minuto de la derrota, aceptaron mantener vivo en la memoria el sentimiento, el recuerdo, el dolor.
No sólo porque era la única forma posible de comprender donde se encontraban parados. El pasado es el comienzo del presente, todas las cosas deben razonarse desde el inicio para comprenderse en su totalidad. Porque la felicidad del presente es producto de todas las alegrias y tristezas que te pusieron en un camino.
Si amas a alguien, jamás esperes que olvide su pasado, porque ese pasado la llevó a ser lo que amas, la llevó a tí. A decidirse por quedarse contigo, que llevas en tu conciencia todo lo que has aprendido de tanta gente que ha compartido un pedazo de vida. Y tu serás ya parte de su vida, lo único que está en tus manos es en la forma en como permanecerás allí, como una victoria, o como un fracaso.
La tragedia se coteja con el esplendor. El mundo es un cenit y un ocaso, como su cielo. La existencia es exactamente igual, de la misma forma que los sentimientos. Todo muere y se renueva, todo termina, pero algo nuevo brota de las cenizas. No se trata de eternizar, no en la existencia, no en lo material, sino en la conciencia. Asimilarlo como aprendizaje, mejorar, trasnformar. No cambiar, sino modificar. Que no es lo mismo.
No se puede comprender la gloria, sino se tiene una conciencia de la sumisión, pasada o presente. No se puede crear presente sin pasado. Pero tampoco se puede crear un futuro sin presente. La memoria existe para el presente, no para el futuro, y de la misma forma no se puede llegar de otra manera. La existencia concreta es el presente, el futuro no es más que un parámetro. Pero nada concreto, nada existente.
San Agustín lo dijo, lo único real es el presente. El pasado ya no es, el futuro aún no es. Así de simple en entender y nombrar, lo complicado es notar que la existencia sólo se manifiesta en ese instante que de tan rápido es intangible.
La gloria no existe en añorar lo que podría ser, sino de aceptar la grndeza de lo que se és. Tengo algo que no tienen otros y me hacen distinto a ellos. Por ser distinto, el ser mejor o peor depende de lo que yo desee ser.
Soy grande....
Mas no perfecto...
No necesito ser perfecto...
Porque de mi imperfección, mi talento, mi voluntad pueden llevar mi valor a la eternidad...
Mi voluntad desde mi ser imperfecto...
La felicidad radica en mi...no en los demas...
No necesito a nadie para existir, para vivir, para tener la felicidad en mis manos...
Pero necesito a mi mujer, a Greece, a mis amigos, para tener la plenitud...
Para aprender...para desarrollarme y para reconocerme en una mirada...
Una mirada que no me amará de la misma forma toda la vida, pero no por ello...no por ello sea imposible renovar esa existencia...
Que la mirada del ayer muera...pero que en el albor del nuevo día nazca una más pdoerosa...
El amor no es eterno...es un proceso ciclico de albor, cenit y ocaso...como todo lo vivo...
Pero el amor tiene varias vidas...reencarna...se renueva...
Y en esa renovación es en lo único que existe el amor eterno....