Esta entrada debió publicarse hace semanas, lo se. Pero por razones ajenas a mí, no pude terminarla. Aun así, con todo y destiempo, que la disfruten...
Stratovarius es una de mis bandas favoritas. Punto. Dediqué una canción suya en malos tiempos a quien ha mentido. Llevé su emblema en mi mochila, con orgullo, en mis primeros días de enseñanza superior. Sobre todo, porque con Rhapsody, Nightwish y Strato pasé al metal subterraneo. A donde los subgeneros abundan como raices en una mazorca. Muchas ramificaciones y de todo tipo. Por eso, justamente, por eso, los aprecio tanto.
No puedo negar mi historia. No puedo negar de donde ha surgido esta pasión metalera. Y sin embargo, me los perdí tantas veces. Hace seis años, cuando apenas les conocia. En el Live 'n Louder, cuando con Sepultura (a quienes proclamo mi banda favorita Magna Cum Laude) hacían un cartel perfecto. Y una vez entre esas dos. Lo peor de todo, es que dudaba para saldar esa deuda que tenía conmigo mismo. Ya saben, o pagas tus gastos escolares o tus placeres supremos. Malabareando cuentas, pude pagar esto.
También debo admitir que me debía compartir una tocada con Lion. Seré honesto. Fue él quien me mostró ese disco de Rhapsody hace casi una década. Pero jamás pensé que eso me llevara a situaciones taaaan extrañas.
La idea era encontrarmelo en la fila. Pero, cuando llegué, el ya...¿se habia ido? Bueno, cambiaron el sistema de acceso. Ahora, a los que llegan temprano para hacer fila les dan un número de acceso. Pueden irse a pasear y regresar a tomar su lugar en la cola de entrada un par de horas antes del evento. Una genialidad que llevó a mi primillo a buscar cerveza barata. En domingo. Al mediodia.
Un par de mensaje me llevaron al "Restaurant"..."Bar"...Yardas. Si alguno de ustedes no ha leído las 'porquerias' (no en la forma, sino en el tema, que trata genialmente) de Eusebio Ruvalcaba, deje de leer esto y búsquelo. Si ya han podido disfrutar al autor, comprenderan el entorno. Un lugar miserable. Con meseros extrañamente lacónicos. Bien vestiditos, con frac barato.
De fondo, sonaba One de Metallica en la rockola. Pasó a Zeppelin, a los Guns. Luego a Los Temerarios. Muros verdes mohosos, un tapanco lleno de cajas cheleras. La barra sucia. La banqueta con gente ebria desmadejada. Vagbundos en su hogar. Y el animador digital, del Tec, con una sonrisa. Aunque, usted, no lo crea.
Cuatro pintas de Dos Equis (No Ámbar, Lager) para cinco personas. Doscientos pesos. Y cinco mujeres feas tiradas en la barra. De repente, gritaban. Reían con un megáfono en la garganta. Guarradas sobre sexo a voz en cuello. Sus morenas gesticulaciones eran adornadas con el cabello oxigenado, mal peinado, cayendo a trozos.
¿Compañía? Mientras yo me preguntaba que me arrastró allí, el cuadro lo completaba una morena sexosa en minifalda, su novio blackmetalero y su hermano fan de Haggard. Todos miembros de una comunidad virtual. Ese tipo de amistades no me sorprenden. No con la vida que yo y mi familia llevamos en Internet.
A las cinco, llegamos al Circo Volador. De nuevo, el caos generalizado de cada fila en los ultimos tiempos. Los números y demás. La fila que se extiende hasta la avenida. Que los vecinos nos miran feo por venir de negro y matudos. As usual, todo.
El toquín lo abrió Split Heaven. Una banda queretana de heavy con una buena carta de presentación. Fueron los primeros mexicanos en tocar durante el Wacken. Todo por ganar la Batalla de Metal que se organizó para tal fin. Sólo puedo decir una cosa al respecto: ¿Y eso qué?
No terminaron de convencer, para mi gusto. Incluso, salieron al escenario un tanto sobrados de autoestima, esperando que el respetable ya los conociera. Y eso, aunado a que sonaron como si Juan Son (el de Porter) le hiciera voces a Dokken. Acepto que no los conozco tanto, y que quiza no suenen asi siempre. Pero si eso fue lo que llevaron a Alemania, hay bandas mejores, del mismo estilo. Sólo que no podrían pagar, por si mismos, el costo de participar o un viaje a Europa en caso de ganar.
Stratovarius, a las 9 de la noche, inciaron una noche de recuerdos personales. Nada mejor que Destiny. Un himno. Adecuado para estos dias mexicanos en donde todo lo que hay más allá del tiempo parece ser devorado por el destino mismo. Una probadita, apenas. Estos fineses son una de las bandas más cálidas y de mayor calidad que existen en la escena del metal suomi. A pesar de todo lo que el destino les ha puesto en contra.
Hunting High and Low. Me queria morir. Es una cancion que alude a los tiempos duros. De nuevo. Pero hay que buscar, en todos lados, la respuesta a los acertijos y las complejidades de la vida. Allí, uno se da cuenta de que Kotipelto no es un excelente orador. Vaya, hasta la voz no la tiene tan trabajada. Pero es sincero, lo cual conquista corazones si lo unes a su carisma natural
La duda de etrada era si Matias Kupianen merecía, si quiera, sentarse en la misma silla de Timo Tolkki. Voces llegaron a clamar por el guitarrista que hizo legendarios los solos de la banda. Nada mejor para terminar con la polemica que Speed of Light. La letra es mero pretexto. El titulo tiene sentido con la velocidad de la guitarra. ¿Mi veredicto? Cumplio. Aunque nada sustituye la rechoncha figura de Tomo "Porkki"llevando las notas de la lira a la hipervelocidad.
Stratovarius se ha distinguido por tener, siempre, buenos ejecutantes. Eso se demostró en la ya inefable 'Batalla de Solos'. Kupianen sabe como prender a la audiencia. Lauri Porra demostró que, además de buen músico, es un populista de primer mundo. ¿Cómo ganarte al pueblo? Toca el himno nacional.
Antes del encore, cerraron con Eagleheart. Una canción que me levantó de muchas penas. Que la digerí con tequila en su momento. Antes era una tabla de salvación, ahora es una fiesta. Tras la pausa, una sorpresa. Father Time. Crei que no la tocarian. Pero pasó, una oda a lo que hay detrás de la cortina del tiempo.
Cerraron, obvio, con Black Diamond. Hace años, me traia recuerdos negativos. Dejo de ser mia porque la entregue a la persona incorrecta. Mal hecho. Hoy no era el dia para el pensar en ello. Dejo de ser una mega-power-ballad para ser una excelsa cancion. Aunque no puedo negar que en algun momento, como en Nothing Else Matters cuando Metallica, que deje de mirar a la banda y mire el techo. No me explico porque.
Al salir, los perdi de vista a todos. A mi primo, su banda. Al tipo que mande a la chingada porque hacia slam fuera de un moshpit (me sorprenderia que eso fuera posible, pero no). A la nena de ojos lindos a la que el tipo le pegaba en su slam privado.
No sé como terminé allí. En el metro. Alejándome de mi hogar. Pero así es el destino. Hay un momento para vivir. Hay un momento para morir. Pero nadie se escapa de él.
Destiny
Hunting High and Low
Speed of Light
The Kiss of Judas
Deep Unknown
A Million Light Years Away
Winter Skies
Phoenix
Guitar/Bass solos (including Mexican Anthem and Holy Light)
Forever Is Today
Twilight Symphony
Eagleheart
Forever
Father Time
Black Diamond
Destiny
Hunting High and Low
Speed of Light
The Kiss of Judas
Deep Unknown
A Million Light Years Away
Winter Skies
Phoenix
Guitar/Bass solos (including Mexican Anthem and Holy Light)
Forever Is Today
Twilight Symphony
Eagleheart
Forever
Father Time
Black Diamond